En la actual sociedad de información la dinámica de innovación tecnológica excede muchas veces la propia demanda. Lo que puede conllevar un déficit potencial en el desarrollo de estrategias colaborativas entre los varios intervinientes de un grupo, comunidad, región o país.
Sin embargo, la «globalización» como un fenómeno derivado del éxito de la Era de la información, hará muy difícil que puedan subsistir las mismas estrategias que fueran empleadas hasta la segunda revolución industrial. Cadena de mando, producción en masa, proteccionismo, jerarquía, instrucción, tienden a substituirse por otros conceptos como sean: autonomía, producción a medida, solidaridad, trabajo en red, aprendizaje a lo largo de la vida.
Se buscan hoy nuevas formas de construir el Estado para el siglo XXI. El actual modelo de Estado recaudador y proveedor universal de bienes y servicios públicos ya no es sostenible.
Se hablará cada vez más en coproducción de los bienes y servicios que la sociedad espera obtener del Estado. Los ciudadanos y las empresas serán cada vez más llamados a participar en ese nuevo modelo de Estado, con nuevas formas de centralidad, nuevas formas de control y de gobierno.
La
Fundación para la Colaboración está fuertemente comprometida en aprovechar las oportunidades que la actual revolución tecnológica nos brinda cada día, y que convierten a Internet en una de las más potentes herramientas para la colaboración.
Su misión o objetivo permanente es el de contribuir al conocimiento y a las buenas practicas del trabajo colaborativo en todos sus ámbitos.
La Fundación se dispone a colaborar con todas aquellas empresas o entidades que trabajan para el desarrollo de grupos, organizaciones, comunidades y regiones, entendidos como piezas clave para la producción de riqueza y para el crecimiento económico sostenido de nuestra Unión Europea, cada vez más integrada, cada vez más plural y cada vez más digital